MEDITACIÓN

De todas formas está más que claro que no todos los días son iguales, que un día te levantas de rechupete y en cambio en otro, te levantas baboso y arrastrado y hoy al parecer, me ha tocado un día de estos últimos y por eso son las 12 de la mañana y aún no conseguí escribir nada. Aparte estoy con un cabreo de mil pares de cojones y esa puta nube negra no me deja ver el horizonte. Hoy sólo tengo ganas de cagarme en todo, incluído en mi existencia.

Hay cosas que no dependen de tí o en parte sí y no sabes si lo que hiciste lo hiciste bien, pero lo que está claro es que gran parte del asunto depende de la otra persona. Y no voy a descubrir de que se trata, pues hay cosas personales que deben permanecer como secretos inconfesables. Si fuera un problema en exclusivo mío, lo contaría sin ningún problema, pero como ya dije antes, el problema sobre todo es de otra persona que tiene un vínculo demasiado especial conmigo.

Ya sólo escribir éstas letras me está sirviendo de desahogo. Es que a veces pasa que sino sueltas todo o parte de tú veneno te acabas intoxicando. Bueno, pues el día está precioso y yo en cambio me siento asqueroso. Es que de contínuo me envuelve esa onda negativa y no soy capaz de valorar justamente el día y menos soy capaz de valorar a las personas, porque hoy para mí las personas no son personas, son posibles enemigos con cuernos y con rabo y lo primero que se me ocurre es el pensar el como hundirlos cuanto antes. Si hoy me escuchara un positivista de esos que anda por ahí sueltos, sé que me recomendaría ir a un Santuario Budista a practicar meditación profunda y lo digo por mi agresividad, pues mi único pensamiento en el día de hoy, es como matar a alguien.

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JULIO CORTÁZAR