De momento todo va más o menos bien, todo sino no nos ponemos a profundizar. O sea que dejémoslo así y porque por un día de desmelenarse tampoco va a pasar nada. No hay que ser todos los días tan profundo, pues no es sano y además pasa, que en días en que no estás, si te obligas a profundizar sólo te haces de la picha un lío. Para poder profundizar hay que estar preparados y tener todas tus herramientas a tu disposición. Profundizar por profundizar, te puede lastimar o te puede joder bien jodido. Es como lo de sacar los trapos sucios, hay días en que uno no está para eso y porque te puedes deprimir dos veces.
Así como hay días en que todo se desliza, también hay días que nacen atravesados por una mala sombra. Las cosas se hacen y además tenemos la obligación de hacerlas, pero las cosas no se fuerzan. Forzar es sinónimo de obligar, de violentar, de imponer y creo que eso no es muy bueno para uno mismo, pues si no lo es hacia los demás, igual o menos lo será para tí. Está claro que en todo esto, hay un mínimo o sea que hay nivel básico que hay que cumplir sí o sí, pues hay decisiones cotidianas que no puedes dejar aparcadas y menos porque a ti no te vaya o no sea el momento o no se conjuren los astros.
Hay que hacer un mínimo para ir tirando y un mínimo para no acabar en el pasotismo. Ahora yo antes hablaba de máximos o sea de comerse el coco profundamente y no de comerse el día. Está claro que hay días filosóficos, que hay días deprimidos, que hay días felices, que hay días sin salsa o días amorfos y en ésta variedad es donde está el gusto de la vida y por eso después de un día amorfo te encuentras con un día feliz y ya te subes a la parra y nadie en ese día podrá bajarte de ella. Y por eso yo digo: que las herramientas emocionales deben estar en su punto y sino lo están, lo estarán mañana. Y amén.
Así como hay días en que todo se desliza, también hay días que nacen atravesados por una mala sombra. Las cosas se hacen y además tenemos la obligación de hacerlas, pero las cosas no se fuerzan. Forzar es sinónimo de obligar, de violentar, de imponer y creo que eso no es muy bueno para uno mismo, pues si no lo es hacia los demás, igual o menos lo será para tí. Está claro que en todo esto, hay un mínimo o sea que hay nivel básico que hay que cumplir sí o sí, pues hay decisiones cotidianas que no puedes dejar aparcadas y menos porque a ti no te vaya o no sea el momento o no se conjuren los astros.
Hay que hacer un mínimo para ir tirando y un mínimo para no acabar en el pasotismo. Ahora yo antes hablaba de máximos o sea de comerse el coco profundamente y no de comerse el día. Está claro que hay días filosóficos, que hay días deprimidos, que hay días felices, que hay días sin salsa o días amorfos y en ésta variedad es donde está el gusto de la vida y por eso después de un día amorfo te encuentras con un día feliz y ya te subes a la parra y nadie en ese día podrá bajarte de ella. Y por eso yo digo: que las herramientas emocionales deben estar en su punto y sino lo están, lo estarán mañana. Y amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario