Hoy es Sábado y como es Sábado no voy a decir lo de Sábado sabadete camisa nueva y un polvete, pues eso lo decía antes de saber que lo del polvete era una puta utopía. Camisas nuevas tengo y Sábados los he tenido a montones y en cambio los polvetes, desaparecieron por arte de magia. No follo ni poniéndome loco y queriéndome enrollar con una loca y porque las locas no son las de antes, no son desatadas, descontroladas, fieras como amantes y locas de ideas. Ahora a todas las empastillan con los últimos inventos farmacológicos y las dejan, ko y sin líbido.
Yo ahora no veo a ninguna loca salida, las veo con cara de zombi y durmiéndose por las esquinas. Y a los hombres les pasa lo mismo, menos a mí, que me salvo de la quema, pero que pasé por ella. Al principio cuando estaba muy loco, me atiborraron de pastillas dormideras y de otras, que dicen que levantan el ánimo y lo que realmente hacen, es ponerte el ánimo por los suelos. Ya sabéis, te dejan destrozado por dentro y por fuera y entonces, las ganas de follar se evaporan. Y a medida que te van bajando las dosis, empieza el levantamiento de ya se sabe donde y así y progresivamente ha sido hasta ahora.
Tampoco es que vaya rozándome por todas las esquinas y porque la cosa me pica, pero casi. Por lo menos de pensamiento, pero casi. Bromuro, lo que tengo que tomar es Bromuro, que dicen que anula los sentidos sexuales o que por lo menos, los ablanda. Algo tengo que hacer y porque visto lo visto acabaré comprándome una muñeca hinchable o una idea que no me gusta, pero que ahí está, el caparme como a los perros. Yo busco a una loca de la vida, a una que hoy esté conmigo y mañana con el otro.
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