MIS ANGELITOS Y YO

Las 5 de la tarde y ya tengo que ir cerrando el chiringuito de las escrituras y hoy lo hago más temprano, pues tengo un partido de Padel, que es a las 7 de la tarde, pero de cada vez necesito tener más tiempo previo. Pues como ya estoy a punto de cumplir los 60 años mi cuerpo requiere más cuidados: necesita su precalentamiento, la toma previa de un antiinflamatorio y un poco de cariño zalamero. Pero sí es verdad, que mi cuerpo se queja mucho más y así, me manda unos bonitos mensajes en forma de dolor y ante el dolor, no hay como antiinflamatorio que lo cura todo, pero lo tengo que tomar una hora antes y para que esté en pleno apogeo a la hora del Partido.

Ya sabéis lo que se dice: ¡hay que cuidarse! y con la vejez mucho más. De momento, asumo muy bien mis futuros 60 tacos y porque no me queda otro remedio y porque también me gusta mi estado de viejo pellejo. No es que adore las arrugas, pero sí que me gustan y además, me enternecen y me veo en el espejo y me entran ganas de comerme a besos. Y todo y todo...es debido a que me siento muy bien por dentro, a que mi coco funciona como un reloj suizo, a que mi alma está ávida de conocimientos y pensamientos y a que mis circuitos interiores están limpios de óxido corrosivo y tengo algunos restos, pero yo uso un antical muy especial y al carajo los óxidos y las cales.

Tomo mis medicaciones diarias y para eso tengo un lindo pastillero: de mañana, me tomo dos pastillas, al mediodía, otras dos, y a la noche y antes de acostarme, me meto mi última dosis de dos y después, a sobar como un cerdito y a soñar con los angelitos que siempre tienen alas y ganas de volar. Y por eso de noche viajo tanto, porque me voy con mis angelitos de nube en nube y tiro porque me toca y hasta aterrizar en un Planeta que está lleno de mujeres y todas en pelotas. Y ahí, ya no os cuento más y porque no quiero que os crezcan los dientes y os caiga la baba...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR