Dicen que para poder escribir tienes que tener muy en alto el valor de la disciplina y cumplir tus horas diarias sin falta y llueva o haga calor. Yo no pienso eso, porque yo escribo igual y me paso de horas y me paso el orden por donde ya sabéis y pienso que lo importante es que disfrutes, sobre todo sino vives de ello, porque una cosa está más que clara, si lo haces de gratis es que lo haces porque tu quieres y eso implica el que disfrutas. Bueno, además esto del escribir tiene su mística y por tanto de cara afuera se engrandecen los hechos y se adornan con frases rimbombantes: el escribir esclaviza, el escribir significa mucho sacrificio, el escribir te limita la vida. Pues lo siento, porque a mi el escribir me ha agrandado la vida y eso no sé como pagárselo o como agradecérselo.
El escribir me hizo tener que retroceder en el tiempo, me hizo valorar más el presente, me hizo reflexionar sobre el futuro y esa es una forma de pago. Sí, no hay pasta por el medio, ni editores, ni imprentas, solo hay un puto teclado y una pantalla y esas son mis herramientas. El escribir es sobre todo para ti y después están los demás y si leen lo que escribes, pues mejor para todos, pero sino lo leen, pues ellos se lo pierden y si partes de ese punto egocéntrico, pues seguramente te irá mejor por la vida. Claro que yo quiero que me lean, pero el primer interesado en leerme soy yo y soy yo el que decido dejar o no un escrito plasmado en la pantalla.
Tampoco me voy hacer el tío interesante y que los demás me importan poco, porque no es cierto. Los demás son muy importantes para mi, los demás son los que me llevan en ciertos momentos de debilidad, que en el escribir suelen momentos muy frecuentes. Hay veces que no tengo ningunas ganas de seguir y sinceramente el ver como sube el número de visitas a mi Blog, me levanta y me hace levitar. Por tanto dejémonos de gaitas pamplineras, me gusta escribir porque me llena de gusto, pero también me gusta escribir porque otras personas me lean.
El escribir me hizo tener que retroceder en el tiempo, me hizo valorar más el presente, me hizo reflexionar sobre el futuro y esa es una forma de pago. Sí, no hay pasta por el medio, ni editores, ni imprentas, solo hay un puto teclado y una pantalla y esas son mis herramientas. El escribir es sobre todo para ti y después están los demás y si leen lo que escribes, pues mejor para todos, pero sino lo leen, pues ellos se lo pierden y si partes de ese punto egocéntrico, pues seguramente te irá mejor por la vida. Claro que yo quiero que me lean, pero el primer interesado en leerme soy yo y soy yo el que decido dejar o no un escrito plasmado en la pantalla.
Tampoco me voy hacer el tío interesante y que los demás me importan poco, porque no es cierto. Los demás son muy importantes para mi, los demás son los que me llevan en ciertos momentos de debilidad, que en el escribir suelen momentos muy frecuentes. Hay veces que no tengo ningunas ganas de seguir y sinceramente el ver como sube el número de visitas a mi Blog, me levanta y me hace levitar. Por tanto dejémonos de gaitas pamplineras, me gusta escribir porque me llena de gusto, pero también me gusta escribir porque otras personas me lean.
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