MIS SENSACIONES PARA EL 2.016

Pues si señor, ya estamos en los albores del nuevo año, del 2.016 que suena muy bien y muy melódico y tal y como si acabara en 5 y por el culo te la hinco, pero acabado en 6 no tiene rima, pero más o menos como si la tuviera. Mis sensaciones me dicen que va a ser un año de buena cosecha, pero que no lo va ser de sopetón, sino que se hará rogar un poquito y puede que la segunda mitad del año sea extraordinaria. A la primera mitad no le veo mucha pinta y porque todo está demasiado revuelto y confuso y desde la situación política en general a la personal e intransferible, pues hoy vivimos en aguas revueltas y a la puta espera de que se pongan de acuerdo en las altas esferas y me refiero a nivel mundial y me refiero a nuestro nivel, a nivel de España.

Y del personal no me escapo, del personal vivo tiempos confusos y de reordenamientos personales o sea vivo en pleno reseteo de mi disco duro. Estoy a la espera de haber si alguien quiere pactar conmigo, de alguien que cuando menos tiene que estar cojo, ciego o sordo y para compensar un poco mi exceso de vista o de agudeza auditiva (metafóricamente hablando), porque a otra listilla de la vida, no la aguantaría. Para listillo estoy YO  y es que donde hay un listillo no puede haber dos, pues los listillos no se suman, ni se multiplican, los listillos se anulan entre ellos y luchan por su hegemonía a muerte y a pecho descubierto y hasta que por fin, uno de ellos domine el cotarro y funde su propio estado. Esto lo digo de coña, pero lo de los listillos es tan cierto como que ahora y políticamente hablando están en plena pelea de gallitos y a ver quién es el más macho alfa del gallinero.

La política no es del Pueblo, la política es de unos cuantos elegidos por el Pueblo y entre ellos se entienden o se desentienden y nosotros, solo somos sus meros espectadores. Nosotros solo aplaudimos, abucheamos, gritamos o imponemos silencio, pero claro, ellos y como buenos actores, también viven de los aplausos o del clamor popular y les gusta sentir ese calor que da el reconocimiento. Aquí en España. de momento están jugando al escondite y haber quién es el que mejor se esconde, pero me temo que no, me temo que no hay disfraz apabullante y que se gane el clamor popular. Y seguirán jugando así y hasta que ya sea demasiado tarde y por tanto, no nos va a quedar otro remedio que hacer la repetición del mismo circo electoral que acabamos de sufrir en nuestras propias carnes. Si ya lo decía el Opus Dei: la tortura con un cilicio clavado en tus carnes, no es nada comparada con la tortura repetida de otras elecciones.

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JULIO CORTÁZAR