No sé, hoy el alma me pide reposo y el cuerpo, creo que también. Hoy pido apagar la luz de mi mesilla y que al mismo tiempo se apaguen todas mis luces por dentro y quedar fundido y dormido y hasta que salga el sol. La verdad es, que pido mucho y porque no todo transcurre en la paz del señor y antes y justamente antes de dormir, viene tu puto demonio y te empieza a comer el coco y venga si pudiste hacer esto y venga si te la pudiste llevar al huerto y venga si tengo que cambiar de muñeca hinchable y porque ya está pinchada y descuartizada. Bueno, son las cosas del amor o del querer o simplemente, de estar muy salido y sin saber porqué...Bueno, tampoco es tan complicado y si la mojas poco, pues estarás salido y salidísimo y punto y pelota.
Pero hoy no, hoy estoy tan cansado que ni follar quiero, pero si quiero dormir a tu lado y buscar ese huequito de tu espalda y acariciarlo y quererlo y amarlo y chuparlo...y no sigo y porque me va a dar un pasmo. Estoy tan desatado que quién me tire de un hilo me deshilacha enterito y es que lo que realmente me pasa es que hasta la última célula de mi cuerpo es susceptible de convulsionar y a lo mejor un sólo beso actúa de gatillo o una preciosa caricia o una bonita palabra. Y me vale cualquier cosa que me cree una corriente eléctrica o espasmódica y para ello, no hay mejor alternativa que las caricias y los besos.
Y si me acarician por la espalda yo noto como todos mis nudos se desatan y es como si alguien tocara el acordeón sobre mi espalda. Hombre también tengo puntos G o puntos gatillo que se disparan nada más tocarlos, pero creo que esa clase la daré otro día y porque tampoco quiero que sepáis demasiado y hoy, con ésta introducción ya tenéis bastante y porque siempre y siempre hay que dejar algo de misterio.
Pero hoy no, hoy estoy tan cansado que ni follar quiero, pero si quiero dormir a tu lado y buscar ese huequito de tu espalda y acariciarlo y quererlo y amarlo y chuparlo...y no sigo y porque me va a dar un pasmo. Estoy tan desatado que quién me tire de un hilo me deshilacha enterito y es que lo que realmente me pasa es que hasta la última célula de mi cuerpo es susceptible de convulsionar y a lo mejor un sólo beso actúa de gatillo o una preciosa caricia o una bonita palabra. Y me vale cualquier cosa que me cree una corriente eléctrica o espasmódica y para ello, no hay mejor alternativa que las caricias y los besos.
Y si me acarician por la espalda yo noto como todos mis nudos se desatan y es como si alguien tocara el acordeón sobre mi espalda. Hombre también tengo puntos G o puntos gatillo que se disparan nada más tocarlos, pero creo que esa clase la daré otro día y porque tampoco quiero que sepáis demasiado y hoy, con ésta introducción ya tenéis bastante y porque siempre y siempre hay que dejar algo de misterio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario