AZUL

Que si el azul del cielo, que si el azul de mar, que si azul de tus ojos, que si el azul de tu ropa interior y es que hay días en que todo es azul y todo se cubre de azul y comes pescado azul y te pones azul por cualquier cosa. Y eso que signo vital el azul es peligroso, pues la coloración azulada de tu rostro denota que tus órganos y tejidos no están siendo bien oxigenados y que te quedan uno o dos telediarios, pero eso estamos los hombres de Harrison o los hombres de la emergencias, para asistir y si se puede y el viento no es favorable, resucitar a todos los medio muertos. Pero hoy no vengo a hablar de éste tema y porque estoy de asueto o sea que no estoy currando y no me apetece ni un bledo hablar de los medio muertos y de como reanimarlos y hacerles cosquillitas.

Prefiero hablar de uno de mis colores preferidos y el que está de primero en mi ranking particular, es el color azul y me gustan todos los azules, el azul añil e intensamente vivo, el azul suave como mis dedos, el azul intenso como mis deseos, el azul pálido y porque poco a poco se ha descolorido, el azul tierno y porque me siento tierno, el azul tostado y porque se ha quemado, el azul de tus ojos y porque reflejan los mares, el azul de mis camisas y porque me visten como de seda, el azul de tus ojeras, porque es donde guardas tus penas.

Y podía seguir así hasta el infinito y más allá, pero tampoco quiero sacarle los colores a mi color preferido. Y la verdad es que me da igual que tus ojos sean marrones o negros y porque yo, como daltónico que soy y lo soy solo para esto y también para lo que me apetece, cambio el color de tus ojos y los pinto de azul, de azul cielo, de azul añil, de azul suave, de azul fantasma y de azul vida.

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JULIO CORTÁZAR