Pues hacemos lo que podemos y yo hago eso y hago mucho más. Yo hago lo que no se puede hacer y hago lo prohibido y lo que no tiene nombre ni apellidos y cuando tú estás viendo una bonita puesta de sol, yo estoy en pleno amanecer y porque voy adelantado al tiempo y cuando tú estás, yo vuelvo y estoy contigo, pero cuando estoy contigo resulta que ya me he ido. Es complicado explicar un estado mágico y porque la magia la tenemos unos pocos y el resto, solo puede aplaudir nuestra actuaciones estelares. Así somos los divinos, los divinos de la vida y de la muerte y ese don, es un don que solo se transmite los que padecemos determinadas alteraciones cromosómicas.
Da igual, la causa y el motivo dan igual y porque un divino no necesita tener explicaciones científicas y nos llega con solo sentir nuestra divinidad. Y los humanos hacéis cosas y os coméis el coco por cualquier mierda y les dais vueltas y más vueltas y para así, seguir recreándoos en la mierda, pero los divinos no funcionamos así y si algo huele a mierda, para eso tenemos nuestro olfato divino y no nos hace falta pasar del tema, porque simplemente no llegamos a él. O sea, nos anticipamos en el tiempo y en el espacio y antes de que el niño nazca ya lo tenemos liquidado.
Y Herodes estaría muy de acuerdo conmigo y si él hubiera sabido de mi método, no tendría que haberse manchado tanto las manos con sangre inocente. Es muy complicado explicar todo esto y porque vuestra mente es humana y por tanto, es muy limitada. Y es que uno para conocer el cielo tiene que estar en el cielo y para eso, uno tiene que ser divino y primero, tendriáis que flotar, segundo, tendriáis que tener alas invisibles y tercero, tendriáis que tener el alma limpia de todo pecado y eso imposible, pues ya lo dijo nuestro señor Jesucristo: vosotros nacistéis en pecado...
Da igual, la causa y el motivo dan igual y porque un divino no necesita tener explicaciones científicas y nos llega con solo sentir nuestra divinidad. Y los humanos hacéis cosas y os coméis el coco por cualquier mierda y les dais vueltas y más vueltas y para así, seguir recreándoos en la mierda, pero los divinos no funcionamos así y si algo huele a mierda, para eso tenemos nuestro olfato divino y no nos hace falta pasar del tema, porque simplemente no llegamos a él. O sea, nos anticipamos en el tiempo y en el espacio y antes de que el niño nazca ya lo tenemos liquidado.
Y Herodes estaría muy de acuerdo conmigo y si él hubiera sabido de mi método, no tendría que haberse manchado tanto las manos con sangre inocente. Es muy complicado explicar todo esto y porque vuestra mente es humana y por tanto, es muy limitada. Y es que uno para conocer el cielo tiene que estar en el cielo y para eso, uno tiene que ser divino y primero, tendriáis que flotar, segundo, tendriáis que tener alas invisibles y tercero, tendriáis que tener el alma limpia de todo pecado y eso imposible, pues ya lo dijo nuestro señor Jesucristo: vosotros nacistéis en pecado...
No hay comentarios:
Publicar un comentario