El caso es, el caso es que cada mañana y cuando pongo el pie en el puto suelo me hago siempre la misma pregunta: ¿qué haré con el día? y sin más me pongo de pie y me dirijo al cuarto de baño...y para hacer lo de siempre, cagar y ducharme y hasta después de la agradable ducha, no me respondo y eso lo hago mirándome al espejo y me digo: "pues tío tendrás que comerte el día y como haces todos los días y si te sobra algo, lo reservas para mañana". Pero puedo comprobar que en el trascurso del día a día, nunca me sobra nada y me como el día y sus minutos y segundos...y me falta tiempo y me falta el aire y me falta la vida y porque siempre quiero más...
Después viene mi grandioso desayuno y saludo gente y buena gente y muy buena gente y me tomo mi café con leche calentito y humeante y también me como mi tostadita de pan con tomate y por fin me digo: "ya estoy servido". A continuación limpio mi estudio y le saco brillo y esto lo hago muy rápido y porque ya me puede el ansia de la escritura y ya el teclado me llama y ya las palabras se acumulan en mi cabeza y ya me siento el amo del cotarro. Son mis hábitos, son mis costumbres diarias y mejor dicho, son mis costumbres de como empezar el día.
Después, puedo tener toda la mañana libre y para poder deleitarme escribiendo o puede que no y que el mundo reclame mi presencia física y por tanto aquí, hago lo que buenamente puedo y escribo un rato y hago un recado y escribo otro rato y me voy a una reunión de mi trabajo. Justo como me pasa hoy, que tengo una reunión de esas, que son soporíferas y que se alargan porque parece que los humanos no nos enteramos de nada y por eso nos bombardean con extensas repeticiones. Y tengo que ir y tengo que ir porque yo tengo mis propios criterios sobre mi trabajo y hablo y discuto...y pasa que al final, me aburro y porque la reunión para mi tenía que ser de 5 minutos y no de 2 horas y media. Y yo entiendo que mi concepto del factor tiempo, es diferente y que mi velocidad mental no es la de otros, pero creo y lo creo sinceramente que debían hacer una reunión para los que van acelerados y para los lentos y pesados, otra.
Después viene mi grandioso desayuno y saludo gente y buena gente y muy buena gente y me tomo mi café con leche calentito y humeante y también me como mi tostadita de pan con tomate y por fin me digo: "ya estoy servido". A continuación limpio mi estudio y le saco brillo y esto lo hago muy rápido y porque ya me puede el ansia de la escritura y ya el teclado me llama y ya las palabras se acumulan en mi cabeza y ya me siento el amo del cotarro. Son mis hábitos, son mis costumbres diarias y mejor dicho, son mis costumbres de como empezar el día.
Después, puedo tener toda la mañana libre y para poder deleitarme escribiendo o puede que no y que el mundo reclame mi presencia física y por tanto aquí, hago lo que buenamente puedo y escribo un rato y hago un recado y escribo otro rato y me voy a una reunión de mi trabajo. Justo como me pasa hoy, que tengo una reunión de esas, que son soporíferas y que se alargan porque parece que los humanos no nos enteramos de nada y por eso nos bombardean con extensas repeticiones. Y tengo que ir y tengo que ir porque yo tengo mis propios criterios sobre mi trabajo y hablo y discuto...y pasa que al final, me aburro y porque la reunión para mi tenía que ser de 5 minutos y no de 2 horas y media. Y yo entiendo que mi concepto del factor tiempo, es diferente y que mi velocidad mental no es la de otros, pero creo y lo creo sinceramente que debían hacer una reunión para los que van acelerados y para los lentos y pesados, otra.
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