HACIA DONDE NAVEGO

Mi estrategia es escribir lo mejor posible y mi táctica es escribir y escribir y hasta que me duelan mis dedos y se destrocen y se conviertan en simples pellejos cubriendo a unos desgraciados muñones. Pues veis yo tengo muy claro lo que quiero hacer, claro que también y creo que no hacía falta decirlo, quiero otro tipo de cosas y porque no soy un animal de una sola idea. Digamos que mi fijación es esa, escribir y hasta morir escribiendo y no por nada, sino porque simplemente me ha dado por ahí. Sí, podía darme por navegar en solitario alrededor del mundo y atracar en cada puerto y disfrutar de las delicias de cada lugar y sitio...pero no señor, me dio el siroco mental y ahora solo navego hacia la neblina de la escritura.

Claro que yo sé y vosotros también, que así me voy a perder un buen montón de cosas, pero bueno a algunas las haré compatibles sí o sí y quitaré horas al sueño y porque a éstas alturas el dormir es un lujo que no me debo permitir y entonces, solo dormiré lo necesario para ir tirando y esas horas serán empleadas en conocer más a fondo la naturaleza y en profundizar más y más en los sentimientos y así, hacerme un mundo paralelo lleno y pleno de sensaciones. Tarea difícil, pero no imposible y lo digo, porque he conseguido cosas mucho más difíciles y sino lo os creéis yo me pongo de ejemplo.
Y de un tío asfixiado de problemas y algunos reales y otros inventados, salió un tío como el que soy ahora: claro, decidido, contento, irónico y sensible y sensible por lo menos en los Poemas y en algunos escritos debajo de esa aparente crudeza, se esconde mucha sensibilidad.

Vamos que yo no me voy a cortar echándome flores y para que intenten cortar mis alas ya están los demás, mejor dicho, muchos de los demás, que no todos. Sí, hay alguna gente que me quiere y creo que son menos que los dedos de una mano, pero estoy seguro que me quieren con mucha intensidad y eso no es comparable con nada, ni con nadie y eso no se compra, ni se vende y sólo se gana a pulso y con el sudor de las manos y a veces, de nuestros cuerpos. Y por ello, me siento dichoso y agradecido con la vida y juro y por mis muertos, que cuidaré con sumo mimo a esa personas que me quieren tanto.


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JULIO CORTÁZAR