LAS TRANSICIONES

Aunque yo digo que el mes de Septiembre es precioso, que lo es, también tiene algún inconveniente. Por ejemplo tiene el inconveniente de la espera, de esa larga espera a que llegue el añorado Otoño, te dices: es sólo un mes, pero es mucho más que un mes, es como cuando deseas algo y no pasan los días. El esperado Otoño que no llega, pues sigue el sol castigándonos sin compasión, aunque algo ha bajado su calor. Pero yo y en éste caso, no quiero transiciones suaves del poquito a poco, las quiero radicales y bestiales y de repente te inundan las lluvias y de repente no vuelve a salir el sol y todo se cubre de humedades otoñales y crecen los helechos y las setas y como colofón, me veo encendiendo mi estufa de leña.

Nunca llevé bien el tema de las transiciones hacia otra cosa o hacia otra estación y más cuando esa estación es tu favorita. No sé, tendré que volver a mis viejos tiempos y en donde decretaba que en tal fecha empezaba el Otoño y ya podía seguir un calor del Verano, pero yo y por decreto, encendía mi chimenea y porque mentalmente ya estaba en pleno Otoño. Y es la estación que más echo de menos, porque en mi Tierra gallega era la estación más hermosa y bella, pero que después, en Cádiz y Menorca esa maravillosa estación a veces no existe o dura una o dos semanas. Problemas de vivir más al Sur. Que le vamos hacer si todo lo bueno se hace esperar.

Y que no me vaya como el año pasado en el que no hubo un solo día otoñal y del Verano pasamos directamente al Invierno y casi no hubo setas, ni olores a castañas asadas, ni los helechos brotaron, ni casi volaron las hojas caducas y es que 2.015 fue un año muy raro, poca lluvia y demasiado sol, como pasa ahora que como no llueva próximamente nos vamos a quedar secos y como mojamas al sol.

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JULIO CORTÁZAR