No sé, a veces tengo la impresión de que aburro a los mortales con mis asuntos divinos, porque es verdad que a veces me pregunto: ¿qué coño queremos? o ¿qué coño quiero yo?. Hay muchas abismos en ésta vida, hay demasiados abismos sin conocer su respuesta y su profundidad, pero claro, hacemos que los conocemos y así después nos va y nos irá. Yo acepto el amor y lo acepto con todas sus putas consecuencias, es decir, también lo acepto con sus engaños y sus juegos de niños. Me es muy difícil de explicar todo esto, porque todos sabemos que es un tema demasiado espinoso. Pero bueno, vamos a intentarlo. Yo, al principio y digo al principio de la movida amorosa me quedo con su todo, es decir, también me quedo con su mierda de celos y con sus malos rollos medio tontunos...pero llegado a un punto de la película, sé que debo ir eliminando mierda y mucha tontería y así quedarme con lo bueno y rechazar lo que huele a malo y a podrido. Hasta aquí, toda ésta explicación se desliza más fácilmente que al principio, pero ahora empezamos a tocar terreno de arenas movedizas.Bueno, yo busco un amor sin cuerpos, sin sexo, aunque a veces y cuando nosotros queramos (y esto es muy importante) nos daremos un buen banquete de sexo, pero solo de vez en cuando y para no desgastarnos demasiado, es decir, de alguna forma yo quiero mantener la llama viva y para eso hay que saber reservarse y mantener las distancias. Yo no quiero un amor de todos los días y de todas las noches y madrugadas (un amor sudado y pegajoso), yo prefiero un amor de picoteo y de días intensos pero solo de vez en cuando. Claro que para eso las dos personas debían pensar lo mismo, porque sino no vale y no vale, porque yo sé que él o ella se pueden y se van a quedar colgados del otro o de la otra y eso significa que uno de los dos las va a pasar putas. Y eso tampoco me vale. Quiero decir, que uno de los dos siempre lo va a pasar peor que el otro, pero digamos que no hay o no se debe profundizar en esa desquiciada desigualdad.
Antes quizá perseguía más la eternidad en las relaciones y ahora, no. Ahora busco mucho más el momento, el instante, el rato, el mediodía de un precioso día o el amanecer. Claro que hay dos momentos que para mi son especiales en el día: el amanecer y el anochecer y hablo del día y no de la noche, porque de la noche sería la suave luz de la Luna y los sonidos y susurros de la noche. Y claro, si sumo cosas y más cosas, tengo el día y la noche casi al completo y por eso y pase lo que pase y con amor o sin amor, nunca me aburro, quiero decir que desde hace 5 años nunca me aburro y como comprenderéis si tengo esa parte de mi vida realizada y bien realizada, los daños amorosos tendrán menos efectos colaterales y si salí vivo seguiré vivo y de cada vez sé que seré más grande y mejor persona.
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