Y donde se encuentra la suavidad de mis pensamientos,
donde se hacen más entrañables y más humanos
porque ésta dureza de ahora, es demasiado fría
y corta y hace mucho daño
que ya sé que lo duro me encanta,
pero me encanta ¿lo pétreo? ¿lo rígido?,
no sé, creo que me gusta la dureza inicial de la
vida,
el saludo lejano y la mirada tenaz y desafiante,
me gusta echar pulsos al aire
y bailar a la luz de la Luna
y yo sé donde tengo mi parte más suave y tierna,
pero, ¿como decirlo?
a veces pasa que está lastimada,
que está dolorida,
que sangra por sus cuatro costados...
y por eso ahora, no quiere saber nada de mí.
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