Hoy es Miércoles y día 3 de Mayo y otro día precioso. La verdad es que la mayoría de los días están siendo lindos y preciosos, pero eso sí, escasos de agua de lluvia y bueno, ya veremos como pagaremos tanta escasez de agua y como sea un Verano caliente y ardiente nos vamos a cagar en el Sol y en el calentamiento global, ese que algunos dicen que no existe. Pues coño, por pruebas que no quede y ¿qué más quieren de pruebas?, ¿que arda la tierra?. Bueno, a mi gusta el sol, la lluvia, el frío, el viento y la brisa marina y lo que más odio o los que menos soporto: son los días amorfos o sea, los días sin lluvia, sin sol, sin viento y sin brisa marina y para ser más exactos, esos días se cubren de densas nubes. Son días que se cortan, que pasas un cuchillo por el aire y te llevas una parte de niebla.
Pues el Miércoles es justamente un día amorfo, está en el medio del pastel de la semana y no sé moja ni se pronuncia por nada y hasta que llega el Jueves la balanza no sé empieza a pronunciar por el fin de semana venidero, digamos que en el Jueves empiezan a avanzar las cosas y entonces, el Miércoles es un día de densa niebla indefinida y amorfa. Y yo odio lo muerto, vamos que odio lo que tiene que estar vivo y que en cambio está muerto, porque lo muerto en sí también me gusta y si está muerto es porque le llegó su puta hora y ese es su momento y como le explico yo esto a alguien que está muerto y que quiere volver a la vida, ¿como se lo explico?.
Has vivido y si has vivido ahora te toca yacer muerto y además, así darás vida a otros pequeños seres, que también tienen sus propios derechos vitales: las Moscas de la carne putrefacta, los Gusanos, los golosos Gusanos y todo ese Magma de bichos microscópicos. Somos vida y damos vida y si por el medio hay que morir, pues moriremos y ¿quién dijo miedo?.
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