EL ÁNIMO...

Que suene la música, que se paseen las ideas, que sembremos, que crezcamos o que decrezcamos, porque al final, no sabemos lo que es mejor, si es mejor crecer y madurar o decrecer y ser jóvenes e inmaduros. Y ya sé la respuesta que ibais a dar..., ser joven e inmaduro y yo estoy de acuerdo, prefiero que toda mi madurez y sapiencia se vayan al carajo y a cambio de una piel tersa y nueva y bueno y ya que estamos, que me pongan una melena tipo León desmelenado. Ahora es fácil hablar de éste tema de la calvicie y porque en realidad, ahora me importa un carajo el tener tres pelos, cuatro o ninguno, pero cuando se me empezó a caer el pelo y en que tenía sobre 27 años, la cosa era demasiado importante y ya se sabe lo que pasa cuando una cosa se hace importante sin saber el porqué y el como de la película, que se te agranda y que se te hace gigante...y por eso al principio, mi pelo se caía a manos llenas.

 Después paró y también pararon mis paranoias. Y creo que a los 27 años tuve mi primera depresión, no grave pero sí muy aguda y profunda o sea, que mientras duró (que no fue mucho) toco mis fondos y casi me deja tonto del culo, de todas formas ahora tengo muy claro que de aquella primera depresión salí en falso y durante años (unos 5 o 7 años) estuve pensando que estaba bien y en realidad seguía flotando en una depresión, sólo que más amortiguada. Era más o menos esto: estaba bien, pero ese bien era tan frágil que a la primera de cambio saltaban todas las alarmas y cuando yo me enteraba que estaban sonando ya había traspasado el umbral de la mierda. Y salir de nuevo y volverte a hundir al día siguiente y así estuve 5 o 7 años del ala.

Después y por temas del curre (había que currar para poder comery seguiir viviendo) se me fueron quitando todas esas tonterías y digo tonterías, porque a veces puede haber motivos para las depresiones, pero en general, no los hay y se exageran o se inventan y porque el estado del ánimo no lo determinan las causas o los motivos (aunque si que influyen) y porque al fin y al cabo, el ánimo va por libre y a su puto aire...

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JULIO CORTÁZAR