SEÑOR MAYORITARIO

¡Joder y joder!...que nadie me señale como una persona difícil, porque soy más que eso y mi grado de dificultad es igual al infinito y al más allá. Empezando porque soy muy raro y somos muy pocos los especímenes que seguimos viviendo y subsistiendo y que además, pensamos en raro...pues mira que hay que ser raro para pensar que lo mejor que tenemos es nuestra utopía y cuanta más utopía, pues mejor. Y que nadie ose decirme lo contrario, porque a éstas alturas de la vida que nadie me hable del valor del dinero, porque la pasta tiene su historia y más vale, que su historia sea buena, pero no debe determinar el sentido de tu vida. Vamos a ver, a mi el que tenga un yate de 100 metros, pues que lo tenga y de paso que se lo meta por el mismo culo o el que tenga un ático de 600 metros en Nueva York y con vistas a Manhattan o a la Estatua de la Libertad, pues más de lo mismo y lo que realmente yo quiero decir, es que hay cosas que no me producen puta envidia, aunque hay otras y que se pueden hacer con menos pasta, que sí me la producen (por ejemplo: un viaje o una bella casa en en una linda playa o en un hermoso bosque).

Es como el querer, yo quiero y cuando lo hago, quiero mucho no, quiero muchísimo. Ahora bien, yo quiero y mucho, pero también es verdad, que desquiero rápidamente y que en cuanto sufro una decepción y por lo que yo esperaba de esa persona, se me caen al suelo los sentimientos y se rompen como cristal de Bohemia. Y el problema es que no encuentro consuelo, es decir, no hay nada que reconforte tal desasosiego. Mis grandes palos son ideológicos y todo porque valoro más en las personas su valor añadido ideológico, es decir yo cuento con que la otra persona va a ser valiente, atrevida, fuerte y sensible, amable, cariñosa y agresiva cuando hay que serlo y ese es mi gran problema, que tiendo a sobrevalorar a esas personas y las hago grandes no, las hago inmensas.

Y claro que...que éste mundo es una puta mierda y que es muy difícil encontrar gente o personas así de raras, pero también es verdad que a veces te sorprenden y sale un conejo de la puta chistera. Yo sinceramente prefiero vivir en minoría y así poder esconderme entre las sombras y vivir en las esquinas de la vida, porque además vivir en mayoría tiene que ser muy aburrido y además que fácilmente se les va la pinza mayoritaria y como somos mayoría te vamos a joder vivo y te vamos a prohibir un buen montón de cosas y entre ellas, que respires, pues quitas el oxígeno a la mayoría del Pueblo y por eso fui elegido democráticamente y con el santo poder del voto y ¡Amén!,  había que decir a continuación y como epílogo final: "te adoramos señor mayoritario".

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JULIO CORTÁZAR