Yo sé que a veces me vuelvo espeso
y al final, me desdoblo,
y por eso adquiero y tomo formas diversas:
paso de ser un infiel guerrero sin principios
a ser un triste hombre perdido en el Paleolítico
y eso me gusta y me encanta,
me gusta la transformación de la vida
y me encanta la belleza de sus eternas contradicciones,
es más, yo vivo de ellas,
y por ellas me instalo en un lado
y desde ahí, observo lo que hay al otro lado
y voy girando en el aire y subo y bajo,
y hasta a veces, me retuerzo en giros imposibles
es una visión al completo y en la que no dejo ningún resquicio,
y además, me adentro y me enchufo al otro cuerpo,
en eso soy un poco ambicuerpo y un poco esotérico,
pero por ejemplo no esperéis de mi, lealtad,
porque soy todo un traidor por principios,
no sé, esperad de mi:
sinceridad, amistad, solidaridad,
pero que nadie espere de mi lo que no puede esperar:
que sea fiel y leal y que lo sea, ciegamente
que sea obediente,
que te diga que sí cuando es no
o no cuando es sí,
que hable sin mirar a los ojos de la gente
o que me calle por decreto ley...
y al final, me desdoblo,
y por eso adquiero y tomo formas diversas:
paso de ser un infiel guerrero sin principios
a ser un triste hombre perdido en el Paleolítico
y eso me gusta y me encanta,
me gusta la transformación de la vida
y me encanta la belleza de sus eternas contradicciones,
es más, yo vivo de ellas,
y por ellas me instalo en un lado
y desde ahí, observo lo que hay al otro lado
y voy girando en el aire y subo y bajo,
y hasta a veces, me retuerzo en giros imposibles
es una visión al completo y en la que no dejo ningún resquicio,
y además, me adentro y me enchufo al otro cuerpo,
en eso soy un poco ambicuerpo y un poco esotérico,
pero por ejemplo no esperéis de mi, lealtad,
porque soy todo un traidor por principios,
no sé, esperad de mi:
sinceridad, amistad, solidaridad,
pero que nadie espere de mi lo que no puede esperar:
que sea fiel y leal y que lo sea, ciegamente
que sea obediente,
que te diga que sí cuando es no
o no cuando es sí,
que hable sin mirar a los ojos de la gente
o que me calle por decreto ley...