Tú no sabías entonces, donde podía
estar yo,
si yo estaba cerca o lejos de ti
si yo estaba antes o después de ti,
si yo antes de mirarte, ya sabía lo
que iba a ver,
si yo había querido a otra u otras
personas antes que a ti,
y con la misma intensidad y con la misma fuerza,
si yo antes de conocerte resulta que ya te había conocido
y hace mucho tiempo y hace unos cuantos siglos,
si de aquellas no sabíamos que podíamos traspasar el tiempo
y entrar por un siglo y salir por el siguiente,
y con la suavidad que da la invisibilidad,
con ese saber hacer y con la seguridad que da la experiencia,
porqué nosotros fuimos
y fuimos algo, a veces, pienso que fuimos mucho,
y otras veces y cuando me desinflo,
me siento larva y gusano,
y porque ya no me siento tan grandioso,
me veo en el espejo y ya no me reconozco,
pero me supongo que a ti te pasará igual
y te ves más pequeña y perdida entre las tinieblas del miedo
y más temerosa de dios y ante los ojos ajenos,
ojos que sientes que te examinan,
que te investigan,
que te hacen preguntas incómodas,
que no te dejan respirar de tanto que te oprimen,
que te apuntan y que te disparan,
pero no nos preocupemos tanto...
porque siempre nos queda el consuelo,
siempre nos quedan los viejos recuerdos
y la visión de aquellos maravillosos tiempos.
estar yo,
si yo estaba cerca o lejos de ti
si yo estaba antes o después de ti,
si yo antes de mirarte, ya sabía lo
que iba a ver,
si yo había querido a otra u otras
personas antes que a ti,
y con la misma intensidad y con la misma fuerza,
si yo antes de conocerte resulta que ya te había conocido
y hace mucho tiempo y hace unos cuantos siglos,
si de aquellas no sabíamos que podíamos traspasar el tiempo
y entrar por un siglo y salir por el siguiente,
y con la suavidad que da la invisibilidad,
con ese saber hacer y con la seguridad que da la experiencia,
porqué nosotros fuimos
y fuimos algo, a veces, pienso que fuimos mucho,
y otras veces y cuando me desinflo,
me siento larva y gusano,
y porque ya no me siento tan grandioso,
me veo en el espejo y ya no me reconozco,
pero me supongo que a ti te pasará igual
y te ves más pequeña y perdida entre las tinieblas del miedo
y más temerosa de dios y ante los ojos ajenos,
ojos que sientes que te examinan,
que te investigan,
que te hacen preguntas incómodas,
que no te dejan respirar de tanto que te oprimen,
que te apuntan y que te disparan,
pero no nos preocupemos tanto...
porque siempre nos queda el consuelo,
siempre nos quedan los viejos recuerdos
y la visión de aquellos maravillosos tiempos.
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