Fue una noche sin noche,
estaba oscuro, el cielo era negro,
las almas tropezaban
y nuestros cuerpos se buscaban
y fue en aquella noche sin noche,
donde aprendí a leer en tu cuerpo
y cada centímetro de tu piel era un alfombra de Pétalos,
y ese olor a mujer en el amanecer...
y esa osadía de mujer valiente y displicente...
y olías a valor por todos tus Poros
y sudabas sangre caliente
y gritabas como una poseída desnucada,
y todo nos daba vueltas y nosotros con ellas,
y cuando la noche dejó de ser noche sin noche,
apareció el primer signo del día
y se coló un rayo de sol...
que precisamente fue a morir en la comisura de tus Labios.
estaba oscuro, el cielo era negro,
las almas tropezaban
y nuestros cuerpos se buscaban
y fue en aquella noche sin noche,
donde aprendí a leer en tu cuerpo
y cada centímetro de tu piel era un alfombra de Pétalos,
y ese olor a mujer en el amanecer...
y esa osadía de mujer valiente y displicente...
y olías a valor por todos tus Poros
y sudabas sangre caliente
y gritabas como una poseída desnucada,
y todo nos daba vueltas y nosotros con ellas,
y cuando la noche dejó de ser noche sin noche,
apareció el primer signo del día
y se coló un rayo de sol...
que precisamente fue a morir en la comisura de tus Labios.
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