" O PAZO DO ALLO"

Aquí tenemos al Pazo nuevo (todo limpio y bien remozadito).
 La parte del medio estaba casi totalmente destruida,
pero era preciosa y era parte de mis mejores sueños.
De vez en cuando me da por recordar mis cosas y emocionarme un poco con mis antiguos tesoros. Se nota que voy para viejo y empiezo a vivir de los putos recuerdos y de aquellos buenos tiempos. Pero bueno, antes de irme de éste mundo y eso dijo el toro al morir: no me iré de éste sin haber probado pipas Facundo...y bueno, yo las pipas Facundo (pipas de comer y no de disparar) ya las he probado y porque en mi tierna y apetecible infancia, era lo que había y el mercado de pipas casi lo tenían totalmente tomado...y en resumidas cuentas, ya me harté de comer pipas Facundo. Y veis éste es un ejemplo más de lo bonito que es ir recordando cosas.   Claro que a veces te viene flases de un determinado sitio y ahora me acababa de venir una maravillosa foto (muy visual y tierna) del Pazo (o castillo gallego) de Torres do Allo (Torres del Ajo) y ya el nombre te dice casi todo y porque te deja imaginar y muy libremente de que le vendrá ese nombre. Habrá quién dice, porque en ese Pazo se plantaban allos (ajos) y para comer y espantar as meigas o brujas y habrá otros que dirán, que cuando soplaba viento del Oeste el Pazo se llenaba de olor a ajo y entonces, es de suponer que dicha plantación (y aunque fuera pequeña y mínima) estaría plantada hacia esa dirección. Desde luego lo que queda muy claro es que el Pazo no tiene forma de diente de ajo, ni su jardín contiene ajos....

Bueno, pues ya veis lo que son los recuerdos y para rememorar mejor mis recuerdos busqué en el San Google "Torres do Allo" y las fotos que salen ahora no se corresponde con mis destartalados recuerdos...y porque me di cuenta, que antes todo la parte que estaba derruida y feita polvo, ahora está remozada y más o menos y sino conoces de antes el Pazo, te pueden dar el pego. Pero no a mí y mi puta memoria de mierda, porque yo fallo mucho, digo fallo muchísimo con la memoria, pero a lo largo de mi vida he conservado cuatro cosas claras y nítidas y entre esas cuatro cosas está... mi Pazo de Torres do Allo y porque me encantaba su entorno y su larga entrada bordeada de hermosos Carballos (o Robles, en castellano) y yo soñaba con ese agujero negro lleno de escombros de vieja piedra de Granito y que le quedaba justo en el medio y como si fuera una diana negra y oscura y me recreaba pensando que dada su condición de derrumbe, jamás la compraría nadie y por eso, de alguna forma seguiría siendo mía y de los cuatro colgados que íbamos a visitar semejante  precioso vejestorio.

Pues veis, veis ¿para que sirven algunas veces tantos avances mediáticos, informáticos y eternamente actualizadas?. Pues en éste caso para joderme la marrana y derrumbarme mi Castillo o Pazo de un sólo plumazo. Y claro después me puse a actualizar mis informaciones y vi que por dentro estaba remozado por completo y también observé que ahora hacen actividades de teatro y recitales de toda calidad y tipo....y la verdad es que todo lo que he visto, nada me coincide a como yo lo hubiera colocado y puesto...claro que para eso tendría que llover la pasta del cielo. Pero sabéis que os digo, que la ilusión es la que llena de energía los sueños más bellos y así, mueve los motores de los grandes historias...y por eso, no siempre saber algo más es acertado y es que contento me moriría pensando como acicalaría mis "Torres do Allo".

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR