AL FINAL, TANTO ESPERAR POR LA TORMENTA

Al final, tanto esperar la Tormenta

y la Tormenta se quedó en un pedo mal echado,

menuda mierda...

y eso me pasa porque me encantan los asuntos radicales

y me entusiasmo con las Tormentas y Ciclones,

(en realidad nunca viví un Ciclón, pero me lo supongo)

a mi los días neutros y amorfos, no me gustan

y hoy al final, se convirtió en un día amorfo

y porque no venció el sol y tampoco venció el viento y la lluvia

 quedaron en tablas y supongo que previamente pactadas,

porque hoy en día todo se negocia y al final, se pacta,

y toma tu parte

y dame la mía

y por aquí, trazamos la frontera con alambre de espino

y con cuchillas bien afiladas que corten Tendones

y deshuesen Muslos negros,

es que como somos tan propios y tan europeos,

cerramos nuestra frontera Sur y a prueba de bombas,

no vaya ser que entren esos africanos todos piojosos

y nos contagien todas sus enfermedades,

además, entran y nos joden nuestros puestos de trabajo

y se añaden al paro y cobran como nosotros, por eso,

pero nosotros somos españoles y europeos

y ellos en cambio, son salvajes llegados de África,

por tanto,

liquidemos africanos

y que no pongan un pie en nuestra Patria,

nosotros somos humanos

y nuestra humanidad la demostramos con la Caridad cristiana

es decir, patada en los huevos y un africano menos

y de vez en cuando les regalamos alimentos y medicinas que nos sobran

(donde en realidad se demuestra nuestra capacidad humanitaria),

bueno y armas, muchas armas ligeras y pesadas,

pesadas menos no vaya a ser que les de por invadirnos

y a una tribu le contamos que los de la aldea vecina,

están acumulando fuerzas y armas

y con la clara intención de aniquilar al pueblo de al lado,

y entonces ya tenemos el pollo montado

y de paso diezmamos la población africana

y nosotros ¿como nos quedamos?

pues todos contentos y animados

y porque en realidad no es para tanto,

la sangre africana no es sangre

y no es como la nuestra...

pura sangre española.

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JULIO CORTÁZAR