EL "VÉRTIGO DE LAS ALTURAS"

Lunes cabrón,

Lunes de calma después del temporal,

lunes después de tres días de guardias y al pie del cañón,


casi muero en el intento,

joder tengo 62 años y no 25,

pero yo sigo erre que erre,

sigo pensando que después de tres días de guardia estaré cansado y punto,

y no es eso, porque me siento más muerto que vivo

y mis Neuronas están escaralladas y rotas,

nada se recupera como antes,

como antiguamente, como hace 30 años o más

y menos mal que ahora estoy quitado del bebercio,

porque señores y señoras aquí en donde veis,

me lo he bebido casi todo

y tengo toda una Bodega en mi Hígado,

por cierto, menudo órgano agradecido,

bueno pues ahora la tengo cerrada (la Bodega)

y porque he decidido dedicarme a otras cosas,

a leer, a escribir, a pasear, 

a disfrutar de lo que no había disfrutado hasta ahora,

esto es una exageración desmesurada,

pues hasta ahora he disfrutado de muchas cosas

y de una manera atroz y tremenda

y en lo que ha cambiado es de beber como un loco

y de andar por la vida a grandes alti bajos,

ahora ando por las cúspides del mundo

y no sé como bajarme de ellas,

es tan bonito y precioso el paisaje,

es tan irreal, melancólico y bucólico,

que una vez que te instalas en él

 no puedes dejar de sentir el "vértigo de las alturas":

mareos, naúseas, circunloquios, alucinaciones visuales,

timpanismos, sonidos guturales, diarreas mentales,

retortijones de tripas intestinales, desaceleraciones,

moscas volátiles, sarpullidos...

y por fin y al fin un respiro en el camino,

se trata de eso...

se trata de descansar después del fragor de la batalla,

pero ahora a los 62 años, cuesta mucho más que antes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR