
Si alguien llama a mi puerta,
que llame con fuerza y con insistencia,
no estoy sordo pero podía estarlo,
y porque nunca se sabe
y porque nunca es tarde para no se sabe que cosas
y sino no quiere llamar,
pues que no llame y que pase de largo
y que se olvide de mi y de mi espléndida existencia,
yo tengo poco
pero lo poco que tengo lo cuido y lo mimo
y además, me siento solidario y soy sobre todo, desprendido,
y ya desde mi tierna infancia me dio por compartir las cosas
y todo fue seguir creciendo y seguir compartiendo
y hasta aquí hemos llegado,
medio arruinado de pasta por méritos propios,
( por ser un puto desastre)
pero lleno y pletórico en cuanto a nivel de sensaciones
y en eso me siento rico y poderoso,
me siento como el rey de la tribu
y como el príncipe de las tinieblas...
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