"POBRECITO DE MI"

                     Viernes. Y otro puto viernes en mi triste historia, que al final, no resulta ser tan triste, pero es una forma más de llamar la atención. Hay que gente que llama su atención hacia los demás, dando pena. Son los "pobrecitos de mi"...y mira que en la vida he tenido mala suerte...y nací pobre y mi padre se emborrachaba todos los días y nos daba de ostias a todos. Después en el cole, yo era el último de la fila y así transcurrió mi puta vida hasta ahora. Que por supuesto, seguirá siendo una puta desgracia, pues el que entra en el círculo vicioso de la auto compasión, no podrá salir de él tan fácilmente. Tiene que regocijarse entre su mierda. 

                  Y claro, esto lo hará y lo hace, hasta que les aparece un "alma caritativa" que piensa que su función será sacarle del puto pozo en que se había metido. Pero éstas "almas caritativas" no conocen el poder que tiene el "pobrecito de mi" y porque pondrán todo su ahínco infinito en querer salvarlos de su perdición, pero el "pobrecito de mi" lo tiene muy claro y no abandonará su posición de mierda deprimente y es más, arrastrará al "alma caritativa" hacia su descenso a las profundidades. Y entonces viene el puto dilema: o el "alma caritativa" deja al "pobrecito de mi" o los dos se hundirán en el mismo barco. 

                    También dicen que en ésta categoría también entran los que tuvieron una infancia bastante feliz y un entorno sin demasiados problemas y en cambio se quedaron colgados del rollo de dar pena. Por alguna razón, que aún está por descubrir, las va la onda negra y llorona. Les gusta, les mola, les pone. Y estos son los viciosos del tema y para ellos, el llorar es como una droga dura que les hincha las venas. Siempre hay un quejido o un ay, o un sonoro bufido, que tiene que realzar su mala suerte. Lo que ellos no saben o si lo saben pero no lo dicen, es que el va a tener mala suerte es el que va a tener que aguantar a uno de ellos, Ese sí que va a tener mala suerte. Porque no hay cosa que cansé más, que la negatividad llevada a su extremo (aunque la positividad radical, también tiene lo suyo). Y si llueve...porque llueve. Y si hace sol...que calor más insoportable. Y si hace frío...en cambio de encender la chimenea que tiene en su casa, prefieren decir ¡me muero de frío! y porque el tema de la pena les puede, les gusta y les encanta.