Y CAYÓ EL TELÓN

Hoy quería escribir un  poema infumable,

un poema agresivo, extrapolado,

 irreal, estúpido, desaprensivo,

sin sentido ni sentimientos de aquél ayer...

un poema lleno de tacos,

 de pollas tiesas y locas, 

de chochos invertidos con o sin clítoris,

un poema esculpido en el water de cualquier ciudad

allí, entre corazones rotos y deseos estrellados,

allí, entre montones de te quieros incomprendidos

 allí, entre te quieros que nunca fueron contestados,

y entre aromas a mierda recién cagada con vómito fresco...

como tú y como yo,

que nos quedamos suspendidos en el aire viciado de aquella habitación,

metidos bajo las sábanas de la cobardía 

huídos de la osadía de la imaginación,

marginados de un mundo hecho por nosotros,

 estuvimos en el día de su inaguración,

tú jugabas a volar entre japonesas con semblante de paz

y yo a darle sentido al sin sentido,

al qué y al porqué 

 al cuando y ¿porque no ahora?

y tú seguías volando con alas de papel,

y yo huía despavorido por los recovecos de la angustia,

buscaba y rebuscaba en la alcoba,

era al mismo tiempo, 

polilla y ratón...

y ni una esquina se quedó sin ser investigada

y en ninguna de ellas, estabas tú,

quedaban pequeños restos de un jardín sin flores,

todo mojado por la húmeda decadencia del olvido

...¿te acuerdas?...

entonces se puso el sol

y cayó el telón.

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JULIO CORTÁZAR