LO HORTERA, LO PROVOCATIVO Y LA OSTENTACIÓN

Ya lo decía mi madre: hijo...desconfía de los que dicen que van a luchar por ti. Y porque según el parecer mi difunta madre... nadie va a luchar por ti. Yo lo tengo claro y yo lucho por mi y puede que por los demás, pero primero estoy yo y delante de todo y después y si me viene bien o me interesa y me parece bien, lucharé por esas causas ajenas y puedo jurar que a partir de ese momento, las haré mías. Para ello necesito tiempo y poner mucho interés en las causas ajenas. ¡Joder! que uno no nace aprendido. Claro que lo de mi madre iba mucho más allá y ella iba de que no tenía que luchar por ninguna causa general... pues sólo me traerían problemas. Pero ella no sabía o si lo sabía pero se hacía la tonta, que yo fui un problema desde mi nacimiento. Que yo nací problema, que crecí siendo un mayor problema, que mi adolescencia fue un problema muy enrevesado y que mi juventud estuvo llena de problemas y causas perdidas. Y que de adulto ¿para qué contaros?...Nací problema, comí y desayuné problemas, respiré aires problemáticos y me escondí tantas veces en mis propios problemas que hasta muchas veces perdí de vista cual había sido mi problema inicial y acababa perdido en la jungla de mi vida. En fin, yo fui un niño problema y un adolescente y un adulto problema y no soy capaz de ver en mi pasado un momento de esa paz interior que todos queremos. Por eso a lo largo de mi vida le he dado tantas vueltas a la meditación de los cojones.

Por mi hubiera cerrado muchas veces el chiringuito de mi vida. Y cerrado por defunción y por defunción virtual o espiritual. Bruno se ha muerto virtualmente y se fue a buscarse a si mismo en la puta espiritualidad. Ojalá pudiera tener la capacidad de mi hijo pequeño de verme reflejado en el futuro. Y yo Papá en el futuro voy a ser así y tendré hijos y por supuesto, tendré dinero y de sobra...Que ese el pensamiento más difícil que tengo yo. Es decir, no soy capaz de verme en el futuro con pasta gansa y montado dentro de un barreño lleno de pasta. Yo puedo verme de muchas formas y maneras, pero no me veo sobrado de pasta y tirando billetes al viento. Y digo lo de tirando billetes, porque esa es la manera que yo veo, que debería de actuar  un tío sobrado de pasta. Yo andaría con los bolsillos llenos de fajos de billetes y para pagar 1 puto euro de mierda, sacaría el fajo de billetes todo petado y delante de todo el personal y para que se cagaran de puta envidia cochina. Creo que eso lo he conseguido 2 veces a lo largo de mi vida, el tener semejante cantidad de billetes y puedo jurar, que las 2 veces lo hice (otros hacen otras imbecilidades y nadie les dice nada). 

Y todo porque me encanta y me entusiasma ver esas caras de envidia. Y ya bueno, si aún tuviera más pasta y fuera parecido por ejemplo, al Amancio el de "Zara" (Amancio Ortega, se llama) y es uno de los señores más ricos del mundo, me subiría al edificio más alto de cualquier ciudad y desde allí, haría sueltas de billetes en un día de viento y para se esparcieran con mayor fiereza y todo, para ver como esa masa ingente  y sin forma, se pelearía a uñas y dientes. No sé si lo dije alguna vez, pero a mi me gusta lo hortera, lo provocativo y la puta ostentación de los cojones, me entusiasma y sobre todo, si la ostentación la hago yo. Pero eso sí, tiene que ser hortera hasta la bandera. Y eso es lo que realmente espero en mi entierro y funeral, que la gente fuera vestida de ¿como era?...vestida de Elvis Presley o del mismo capitán américa o de superman. O sino de Vampiro o Vampiresa o de Princesa de Disney. Vamos...  algo que chirriara y que no cuadrara con nada. Y para acabar, si yo muriera podrido de billetes, pediría que me forraran el féretro de billetes y para poder morir viendo esas caras de envidia...

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JULIO CORTÁZAR