pasa que a veces vuelvo a soñar contigo,
te sueño y después, me vuelvo a dormir,
y entonces, te vuelvo a soñar
y ahora, me despierto aterido de frío.
A veces salto al vacío y no estás allí,
puedo percibir el sonido de las olas del mar
y el olor de las flores más bellas,
todo en esa divina mezcla que tienen los jardines de los dioses,
olor a jazmín aterciopelado,
a madreselva enredada,
a azahar libre y liberado,
a rosa fresca de Alejandría,
a limón lunero con mandarina recién exprimida,
a dulzura extrema y paranoica,
a piel delicada, crujiente y distendida,
a roces, a miradas cómplices
a ternura a flor de piel y escondida en los poros,
a tus dedos sobre mis pobres huesos,
a aire viciado y de amor y sexo,
a melocotón en almíbar
a que rica era la saliva de tus besos,
hoy en realidad...
me siento enamorado de la vida
y hablo de amor
y cuando lo hago
siento como me traspasas a través de mis sueños.
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