De tanto deshojar margaritas,hasta me duelen las falanges distales,
dolor mecánico que le llaman,
y se olvidan del otro dolor,
(del que a mi duele, del importante)
hablo del dolor de alma,
dolor interno o de dentro o de mis adentros,
dolor de esencia y no de chasis,
dolor angustiante que no te deja respirar
ni tragar esa gran bola de fuego
que te quema la boca del Estómago
y que te araña las paredes del Esófago y como un gato panza arriba,
tragas saliva y no apagas el fuego,
bebes agua y el gato sube y baja con sus uñas de acero,
cuentas latidos y son metralletas de balas,
te tocas la piel y piensas...
no debería estar en modo sauna,
todo te suda
y hasta los poros abiertos te cantan las baladas más tristes del desamor,
angustia y miedo a borbotones,
dolor urente y urgente,
dolor que atraviesa la piel, el músculo
y que anida dentro del hueso duro,
dolor de perforadora con dientes de rata,
te perfora, te come,
te destroza, te arruina
y sino te mata
es porque en el último momento
te habías puesto el kit de supervivencia.
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