
¿Sabes un cosa?
mis ojos son verdes
porque la esperanza me sale por los ojos
y por los dientes,
yo me siento más caballo desbocado que otra
cosa,
dentro tengo una bomba de relojería
que convierte las horas en días
y los momentos entrañables en cerezas rojas y maduras,
y la pasión de la carne
se transforma en verdes olivares,
digamos, que ahora mismo paso de la carne,
claro que es muy fácil de decir
cuando no tienes la carne delante de ti,
de todas formas he conseguido relativizar
su aspecto más bucólico y más idílico
y hoy en día prefiero pasarme de largo
y varios pueblos,
que quedarme corto y colgado de ti
o de quién sea,
hoy digo,
tú sigue tu camino
que yo seguiré el mío
y quién sabe
si en cualquier cruce de caminos
nos volveremos a encontrar,
hoy prefiero vivir en el reino de las sombras
que sentirme un ser dependiente de ti o de cualquiera,
ni cuerpo, ni piel, ni labios,
ni ese montículo en medio de tu espalda,
ni tu sonrisa de vampiresa a punto de morderme en la yugular,
ni tu pelo mecido por el frío viento del norte,
ni tus dedos afilados acariciando mis manos,
ni yo, ni tú, ni nadie entremezclados en un frenesí,
solo yo y solo en el equinoccio,
solo yo a bordo de mi propia historia,
¿y porque no?,
una página de mi vida
la podríamos escribir juntos,
¿empezamos ya?
o acaso piensas
¿qué es una proposición indecente?.
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