Como podría decirte te quierosin sentirme prisionero,
como podría decirte
que ahora me siento liberado,
que nada me ata a ti,
ni las palabras,
ni los sentimientos,
ni aquellas ganas que tenía de quererte,
he bajado a ras de suelo,
y la vista ha cambiado,
ahora te veo
de abajo arriba,
veo la punta de tu corazón sin sangre
y al cerebro desde la silla turca,
ahora indago entre tus apariencias
y me he dado cuenta
que entre ellas hay muchos trapos sucios
y muchas posturitas y poses
y es que de vez en cuando
hay que arrastrarse por el suelo
para poder darnos cuenta
de que hay otras visiones
y que son ni mejores ni peores,
sólo son otras visiones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario