Yo pensaba... yo creía...
yo me suponía que:
que la vida y el tiempo se multiplicarían por cien (como mínimo),
que los últimos años serían más largos que nunca,
que los besos serían más tiernos,
que el amor se doblegaría como la plastilina,
que la ternura sería el lema de mis últimos días,
y es que yo pensaba y creía en ello,
yo soñaba con ese mundo de viejo mágico...
y bueno... ahora ya estamos aquí
y lo que yo pensaba y creía se tiñe de rabia,
yo me suponía que:
que la vida y el tiempo se multiplicarían por cien (como mínimo),
que los últimos años serían más largos que nunca,
que los besos serían más tiernos,
que el amor se doblegaría como la plastilina,
que la ternura sería el lema de mis últimos días,
y es que yo pensaba y creía en ello,
yo soñaba con ese mundo de viejo mágico...
y bueno... ahora ya estamos aquí
y lo que yo pensaba y creía se tiñe de rabia,
además, se adorna de triste musgo verde
y eso es lo que nos queda (concluyo)
nos queda la nostalgia,
nos quedan los recuerdos intensos,
los momentos más alucinantes,
los instantes de amor y fuego,
las noches de luna llena,
las tardes de sol otoñal
y aquellas risas
que aún siguen retumbando dentro de mis paredes y órganos huecos.
las noches de luna llena,
las tardes de sol otoñal
y aquellas risas
que aún siguen retumbando dentro de mis paredes y órganos huecos.

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