Si yo pensara en ti como te he pensado
y en como te he imaginado,
no estaría aquí sentado pensándote e imaginándote,
estaría ahí llamando a tu puerta,
estaría de rodillas rogándote que me perdonaras,
estaría matándote a besos
y comiendo la dulce miel de tus pestañas,
estaría en fin,
descosiendo mi cuerpo y ofreciéndote mi alma,
mi alma pecadora,
mi alma soñadora,
mi alma perdida en el reino de las almas más perdidas,
y es que desde que te pienso,
no duermo,
ni vivo,
ni como...
y puedo jurarte que cuando te imagino
algo se está muriendo dentro de mi.

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