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| Barcos de vela, pasando a la altura de mi pueblo. |
Hoy por delante de mis narices vi pasar unos preciosos barcos de vela. ¡Que preciosidad de barcos! y como siempre que te quedas encantado con algo, lo quieres tener para ti. Pensé en que ya podía tener uno de esos espléndidos barcos a toda vela y ya me veía yo vestido de patrón de yate (porque ya puestos, prefiero ir de patrón que de marinero) y con el timón en mis manos y viento en popa y a toda vela y hacia el horizonte más lejano y venga a recorrer todos los mares de la tierra y del universo. Pero a continuación llamó el puto realismo a mi puerta y cuando le abrí la puerta, simplemente me dio una buena bofetada dialéctica y por ser un imbécil soñador atontado.
La medianía, como yo, no tiene derecho a barcos de vela o si lo tiene pero te tienes que dejar las pestañas y más de que cobras de sueldo. Para la medianía, los mejores barcos son los de los amigos o conocidos que te llevan un día a dar un garbeo. Ya digo que si te apasiona mucho el tema, aún puedes tener un barco (pero no de tan alto abolengo), pero a costa de mucho tiempo y constancia de forja y hierro. Yo en mi vida, sólo tuve un barco, que no era barco, era una lancha de segunda mano medio descuartizada. La tuve en la época que viví en Corcubión (Costa da Morte - Galicia) y me costó de pasta muy poco, creo que nada. Todo era ilegal en aquella lancha, el título de patrón era inexistente (lo saqué después), la lancha no tenía matrícula (ni la tendría nunca) y por supuesto, menos tenía un seguro.
Pero bueno, en aquellos tiempos y sobre todo en aquella zona perdida de la mano de dios, lo raro era ver algo legal. Y la puta lancha ilegal por sus cuatro costados, sólo la podía poner en marcha de 5 o 15 días en Verano, el resto de los días no era posible por el mal tiempo de aquella zona. 5 a 15 días en todo el año y para que en los días de temporales (que eran bastantes más) y para que se mantuviera a flote, había que hacer labores de achique y de comprobar los amarres. Total, que me pasaba los peores días del invierno mojándome hasta la médula. En definitiva, que casi la tenía de adorno y como causa principal de mis mejores resfriados. De esas aprendí la lección y entonces entendí que la cosa o te entusiasma o es mejor navegar cuando te invitan o cuando te auto invitas y además, para eso están los amigos.
Pero bueno, en aquellos tiempos y sobre todo en aquella zona perdida de la mano de dios, lo raro era ver algo legal. Y la puta lancha ilegal por sus cuatro costados, sólo la podía poner en marcha de 5 o 15 días en Verano, el resto de los días no era posible por el mal tiempo de aquella zona. 5 a 15 días en todo el año y para que en los días de temporales (que eran bastantes más) y para que se mantuviera a flote, había que hacer labores de achique y de comprobar los amarres. Total, que me pasaba los peores días del invierno mojándome hasta la médula. En definitiva, que casi la tenía de adorno y como causa principal de mis mejores resfriados. De esas aprendí la lección y entonces entendí que la cosa o te entusiasma o es mejor navegar cuando te invitan o cuando te auto invitas y además, para eso están los amigos.

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