Donde te has metido... amigo mío,
en que lugar del mundo te has escondido,
en que paraje salvaje,
en que cordillera,
en que cueva...
has dejado caer tus viejos huesos.
Donde estás... amigo mío,
estás tan lejos y tan aislado,
como para no escuchar lo que dicen mis labios,
como para no oír mis aullidos interminables,
como para no sentir mis deseos voraces,
y voraces como pirañas y con hambre de siete días y medio.
Estás, amigo mío,
tan lejos y tan aislado,
estás acaso en los confines de la tierra profunda,
o estás de viaje sobre las antípodas del más allá,
dime algo... amigo mío...
por favor dime algo.
Pero donde te has metido... amigo mío,
yo te reclamo, porque sin ti me siento cojo,
yo te añoro, porque te echo de menos,
yo te echo en falta, porque sé que me haces falta
yo te... yo te,.......yo te...
Sólo te pido... amigo mío,
que tu voz resuene como un trueno descontrolado,
que tus palabras sean traídas por huracanes,
por supuesto, que tus deseos se cumplan,
que tus sufrimientos sean residuos de polvo
y que al final, se los llevará el viento.
Sólo te pido eso...amigo mío,
te pido tres palabras o unas cuantas letras,
te pido que por un momento te pares a coger aire,
te pido un segundo de tu larga travesía hacia no se sabe donde,
sólo te pido que te acuerdes...
que aquí a lo lejos,
hay otro superviviente...
que muchas veces se acuerda de ti.
Sólo te pido eso y te pediría mucho más,
pero por mucho que te pida,
por mucho que te ruegue
por mucho que te grite,
por mucho que te llore,
ahora sólo sé...amigo mío,
que te siento desaparecido.

No hay comentarios:
Publicar un comentario