
Ya nada me sabe a ti,
me supo, me sapo, me sopo
me puedo,
me como y por fin...me muero...
Pero ahora ya no,
AHORA YA NO y en letras mayúsculas y en cartel luminoso
ahora me sabe a queso con un ligero sabor a tus besos,
ahora me sabe a rabia arrancada de cuajo y a corazón abierto,
sin preámbulos y sin más introducciones,
al dente, crujiente y ardiente,
rabia todo poderosa que me abrasa en mis entrañas,
y que me hace crecer como una pera en dulce,
primero, me viste de verde,
segundo, me hace madurar
y me amarillea como el centeno,
tercero, me paso de madurez
y al final, caigo por mi propio peso al suelo.
Y además, ¿sabes qué?
que ahora eres una gota de agua condensada
en el cristal de mi ventana
que poco a poco se ha ido evaporando.
Y después de esto,
me duermo entre los brazos de morfeo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario