Yo no me ahogo nada o con casi nada.
Yo...en tal caso,
me inundo y desbordo...,
me inundo de agua o de rabia o de ira
y me desbordo de amor imposible
y de otras causas que de momento
no tienen ni nombre.
Yo, te quise un día
y al día siguiente
resulta que ya no estabas allí
y te supuse en otro frente y en otra distancia y en otra película.
Te inundé por el día y con el poder de las mareas vivas
y te agobié de noche
y cuando dormían los duendes
sobre un infinito manto de estrellas
y al lado de unas cuantas ascuas encendidas
y que se apagaron con el rocío de la madrugada.
La vida es así
y a veces, no tiene sentido.
Y ahí lo dejo...

No hay comentarios:
Publicar un comentario