
Te dije que por mis poros salían cristales de ácido,
y que de mis ojos se colgaban arañas vasculares,
que todo esto
es surrealismo en éste triste día de otoño
y en cuanto el espejo se rompió y definitivamente
yo me escurrí por los desagües
y acabé siendo un habitante más de las alcantarillas,
acabé haciéndome topo sin ojos y sin piel.
Ahora soy hijo del hambre y amigo de las ratas,
ahora me crecen los dientes y los deseos más obscenos,
ahora soy un ser clandestino
que de vez en cuando asoma su cabeza
y para ver si tiene algo más para llevarse a la boca.
Ahora los olivos crecen en los molinos,
y cuando me subo al tejado
quizá pueda verte desnuda sobre las tejas.
Hoy es un día demasiado raro y extraño.
En el día de hoy se inagura el mes de octubre
y eso tendría que ser suficiente, sí o sí.
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