Ya no verás el claro de luna,
ni verás a través de las lentes convexas
ni verás los ceniceros llenos de cigarrillos mohosos.
Ahora todo es real
y tiene manos y dientes
y juega contigo
y si puede y te dejas, te comerá vivo.
No hay realidades paralelas,
hay circunferencias,
pirámides y rectángulos,
que a veces se reflejan en un espejo
y que en otras,
intercambian sus formas originales
y eso algunos le llamamos
caos.
Y entonces el claro de luna se vuelve convexo,
los ceniceros son triángulos equiláteros
y los cigarrillos se transforman en naves estelares.

No hay comentarios:
Publicar un comentario