Hace calor en la punta de mi estómago
y por tanto tragar mierdas ácidas
e incombustibles y corrosivos comentarios
que hacen bola y una gran roca de lava...
Yo me pregunto:
¿hasta que punto tenemos que seguir tragando?
¿hasta que nos revienten las venas internas?
y ¿porqué tenemos que soportar tanto agravio?.
En la vida faltan versos
y cadencias que hablen de tus besos...
En la vida
hay que mascar contradicciones
y sonarse los mocos
cuando te hablen de antiguas ilusiones.
Yo soy más de versos en la madrugada
cuando casi no queda nadie en el horizonte
y es que ni la almohada me señala como culpable
aunque hay que reconocer
que hay un dedo que me apunta con insistencia
y ese peso lo llevo dentro
y muchas veces,
se me clava como una espada
en medio de mi destrozada espalda.

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