En donde encaja casi todo,
yo no encajo.
No entro
y si entro me salgo por el otro lado
o me obturo en un codo
y atasco la máquina que lo encaja casi todo.
Yo nací desencajado
y nunca me ajustaron del todo,
tengo resquicios por donde me entra el aire,
tengo algunas vértebras defectuosas que me condicionan,
tengo el occipucio abombado
y el frontal desquiciado.
Tengo dos velas en mi mesilla de noche,
una, la tengo dedicada al cielo
y la otra,
es un recuerdo de una noche desenfrenada
y donde no encajaba nada de nada.
Claro que fueron tantas
que ahora, no sé cuál es...

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