Harto de buscarte entre mis dedos
y dentro mis sueños
y hasta entre mis dientes y boca.
Harto de ser un zombi
en busca de carne que late y que dice que siente
y que además,
me aturde y me confunde
entre el querer y el sin querer.
Pasado el tiempo, los años y las películas,
esa misma carne
se deshace como arena entre mis dedos
y alguien abre la puerta
y una corriente se lleva los restos
y Amén.
Harto de comer ruedas de molinos
y harto de que te digan como se debe querer.
Yo quiero,
yo quise
y me supongo
que seguiré queriendo más
y mucho más y hasta el infinito
y si de algo me arrepiento
es de no haberme reconocido antes
y haber dicho
¡Esta es mi forma de querer!

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