NO DEJO DE PREGUNTARME...


 


No dejo de preguntarme...

¿si yo quiero volver a vivir en mi

tierra gallega?,

¿si la echo tanto de menos?

y claro que la echo de menos...

pero ahora he escogido ser un apátrida sin

reino amurallado al que defender,

me siento forastero o extranjero por donde vaya

y no hace falta salir de España,

en ésta misma Isla en donde vivo,

me siento de fuera o forastero

y tal y como hacíamos nosotros en mi Galicia natal,

hay veces, que me cierran el acento de tal manera

que no me entero de la mitad,

pongo cara de que me entero

pero sólo me entero de la mitad.


Ahora bien, en Cádiz me pasaba lo mismo

y esos giros copérnicos de como se comían las palabras

y se comprimían cinco palabras en una sola

me dejaban fascinado por esa magia lingüística,

y por como aspiraban letras, verbos, sílabas y adverbios,

y aún así y todo

entre ellos se entendían.


También es verdad,

que con el tiempo te ayudas del contexto,

de los gestos

de las muecas

hasta del tono que usa el que narra o dice

y te acostumbras a ir descifrando las curvas del acento cerrado

y en definitiva,

te acabas enterando de casi todo,

pero eso sí,

es como un sobreesfuerzo continuo y cansino...



Yo me planteo que a mis 64 años (ahora 65)

uno no está para tanto estrés emocional.

pero ante todo... respeto el idioma de cada uno (sólo faltaba)

y si quieren hablar en sánscrito judeo masónico

son muy libres de hacerlo,

al fin y al cabo, yo soy el extranjero apátrida

que no tiene banderas.


Además... en realidad,
¿uno para que quiere enterarse de todo?.

Con la mitad nos debía de llegar,

pues la tendencia es la contraria,

sobran muchas palabras,

hay exceso de circunloquios y de verborreas,

y creo,

que hasta de diarreas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

JULIO CORTÁZAR