Sabes...como el caracol
yo me arrastro por senderos y bosques.
Sabes...a veces me desentiendo de todo
y paseo desnudo
y veo la luna
y me agarro a tu cintura.
Sabes...como el caracol,
yo me siento baboso
y miro al sol y me estremezco
y en medio de la niebla
me pongo a temblar sin control.
No es miedo
es un abrazo húmedo y frío
que recorre mi médula.
Sabes...como el caracol
vivo dentro de mi propio caparazón
y de vez en cuando, me muevo y observo.

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