La palabra es sencilla
en cambio el verbo
es difícil.
La entrega, la causa
y las ganas de querer
son pulsiones que laten.
Mi terror es la muerte.
Mi esplendor es furtivo y fugitivo.
Mi mente es racional
y poco sensorial.
Mi motor es de dos tiempos
en uno,
se enciende y se arranca
y en el otro,
se hace constante y persistente
y durará
hasta que se agote.

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