A veces, me convierto en árbol
y sin más
me hago centenario.
Bueno...
primero echo raíces
en donde mejor me dan de comer.
Después, broto ramas y hojas por doquier
y a veces, me hago caduco
y por eso con el otoño
me dejo caer el pelo y parte de mi piel.
Soy más árbol que hombre
tengo más savia que pelo,
tengo más corteza que fina piel,
tengo más cielo que suelo
y tengo unas raíces tan profundas
que hasta a veces pienso
que estoy en contacto con lucifer.

No hay comentarios:
Publicar un comentario