PIRAÑA



 Hasta las cicatrices más escondidas 

y bajo varias capas de hormigón

de vez en cuando, laten...

y se acaban colando en tus intestinos

por fisuras no antes conocidas.


Nada se olvida del todo,

queda el poso

y la arena del fondo marino

y en los días de fuerte resaca

y en los que todo se revuelve,

el recuerdo toma cuerpo

y se hace piraña dentro de tu alma.

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JULIO CORTÁZAR