Cada día vuelvo al mismo sitio.

 


Cada día vuelvo al mismo lugar y sitio.

A través de la misma ventana observo 

como se acerca la noche.

Me gusta ese entrañable momento mágico. 

Se cierra el día y se enciende la noche

y casi siempre escucho algunas voces,

a veces de gente que pasea por la calle

y otros veces son voces que no identifico,

ni le pongo cara, ni ojos, ni rostro.

Son voces anónimas que no sé muy bien de donde salen,

de fuera no son porque las escucho demasiado cerca

y puede que sean de dentro

a lo mejor,

 es mi yo interior que intenta comunicarse conmigo.

Pero mi yo interior debe hablar en otro lenguaje

escucho su voz

pero no entiendo sus sonidos y palabras.

Ahora bien

no hacerme mucho caso

y porque si me lo hicierais

yo sé que más uno pensaría

que no estoy en mis cabales.

Y hasta puede

que sea cierto...

A la cordura siempre que aderezarla 

con un poquito de locura.

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JULIO CORTÁZAR