Tal vez me he esforzado menos
de lo que tenía pensado.
Porque yo había pensado que era una máquina casi perfecta.
Todo funcionaba perfectamente
y cada tornillo que había dentro de mí
se ajustaba al siguiente
y una idea fabricada en mi fábrica interior
se ajustaba con las otras
y mi funcionamiento sino era perfecto
lo parecía a vista de los demás.
Yo parecía una persona interesante,
de apariencia lista y curtida,
con callo duro y viciado,
con grietas en mis viejas manos,
piel curtida de marinero de tierra adentro,
poseedor de tierras sin nombre,
ciudadano del país de "nunca jamás"
anodino sólo cuando estaba durmiendo,
y de vez en cuando
borracho de lágrimas tristes...
Y como decirlo,
de mí queda muy poco
las malas hierbas han cubierto mi cabeza,
de mi cuerpo queda el polvo que se está llevando el viento
y de mi alma...
apenas queda una flor en el florero
que había en la entrada de mi interior.

No hay comentarios:
Publicar un comentario