No soy apto
para decirte nada
o nada más de lo que pienso y no te digo.
Hace tiempo que mi moral ha cambiado
y en fin,
no me importa nada de lo que hagas.
No me cuesta nada
no decirte nada
es más me duele la lengua
por ponerle una camisa de fuerza
además de cuatro aldabas apuntaladas
y como si fuera una ventana cerrada
al viento que un día levantaste entre mis tinieblas
Hoy veo la arena de la playa
y me digo...
en éste desierto no existe la marea
y además
tú no estás en ella..
Y no y no existe.

No hay comentarios:
Publicar un comentario